Disculpas

Estamos dando mantenimiento y mejorando el blog, les pedimos disculpas por la falta de publicaciones. Volveremos lo antes posible.

Imagina...

Hoy no te traigo una lección, sino una invitación:

IMAGINA

Hoy en vez de preocuparte por la hipóteca, los niños, los exámenes, los regalos de navidad, el árbol, el salario, tus padres, el trabajo, el tráfico… hoy mejor imagina. ¿Hace cuánto que no te pones a fantasear? ¿Hace cuánto que no inventas historias en tu cabeza?

El día a día nos puede llevar a desconectar de la imaginación, las fantasías y de nuestros sueños platónicos. Alguien te ha enseñado que esas son tonterías que no merecen la pena o nos hemos acostumbrado a usarlas para generar ideas negativas. "Imagina que te roban el coche mañana".

La imaginación es una herramienta que te llevará (mentalmente) a distintas situaciones, entre ellas a situaciones que te generan felicidad y buen humor. También sirve para encontrar soluciones, emprender proyectos, conocerte mejor y descubrir deseos profundamente guardados.

Así que hoy cuando vayas caminando o conduciendo, antes de dormirte, en el desayuno, en fin cuando tengas tiempo para pensar ¡IMAGINA!

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Actúa como quieres sentirte...

Hay días que te levantas de mal humor y no te calienta ni el sol. Sales de tu casa rumbo al trabajo y de pronto pareciera que estás en la peli "Una serie de catastróficas desdichas". En cambio otros te sientes feliz y lleno de energía, todo te sale bien. La mayoría de los días es una mezcla de momentos y no suelen ser tan absolutos, pero creo que ya sabes a lo que me estoy refiriendo.

"Pareciera que las acciones siguen a los sentimientos pero en realidad ambos van de la mano; si dirigimos las acciones -que son más fáciles de controlar voluntariamente- podemos regular los sentimientos de manera indirecta." explica el filósofo y psicólogo William James.

Nuestra actitud influye en cómo nos sentimos y en qué nos pasa. Cuando estamos tristes, enojados o deprimidos, es difícil salir de ese estado, sentimos que no podemos hacer nada y nos hundimos. Quisiéramos tomarnos las cosas más a la ligera, o poder superar fácilmente lo que nos está lastimando, y al no ser así nos frustramos. 

Como bien dice W. James, es muy complicado cambiar los sentimientos, pero en nuestras acciones tenemos una vía para lograrlo. En ocasiones habrá que esforzarse más, fingiendo una sonrisa, obligándose a ir a una fiesta, o actuando energéticamente; la recompensa valdrá la pena.

Piensa cada mañana cómo quieres sentirte (recuerda que como te sientes es como te ves) y pon manos a la obra. A lo largo del día vuelve a preguntarte lo mismo, puede que cambies de humor o que refuerces con el que iniciaste. 

Por ejemplo: A primera hora del día tenías una junta muy importante, estás nervioso pero quieres sentirte confiado y serio, así que empiezas a actuar como si no tuvieras duda alguna, tienes todo dominado. Después vas a una comida con colegas, no has tenido un buen día pero quieres pasarla bien, así que actúas como si estuvieras emocionado y lleno de energía.

Recuerda, no estás engañando a nadie, estás interviniendo sobre tu estado de ánimo con acciones, para sentirte como quieres.

Lo que estás haciendo hoy...

Hablábamos el martes pasado sobre tener claros los objetivos de nuestra vida. Si ya los tenemos (sean todos o algunos), debemos repasar constantemente cómo vamos avanzando para alcanzarlos.

Hoy empezamos mes (el último del año) y semana, así que es un buen día para hacer el siguiente ejercicio. Con él no sólo nos preguntaremos si estamos acercándonos al lugar donde queremos estar mañana, sino que tendremos más claro el camino y los pasos.

Para empezar escoge un tema/objetivo; ya sabemos que debe ser lo más específico posible para obtener un mejor resultado. Por ejemplo: trabajo, relación de pareja, hijos, un proyecto personal concreto, casa (cambio, compra, búsqueda, etc.). Temas como amor, mi vida, o familia, son demasiado amplios y te complicarás definiéndolos. 

En este caso, y para que sea más fácil entender el ejercicio, tendremos como ejemplo el trabajo. 

Primer Paso: Toma un hoja y escribe cuál es tú situación actual en el trabajo (lo más detallada posible). Procura hacer frases puntuales. Debe ser una descripción literal, sin mezclar sentimientos o conceptos relativos (mucho, poco, siempre, nunca, etc.). 

Ejemplo:

- Todos los días tardo 2 horas en ir de mi casa a la oficina.

- Tengo 1 sesión de retroalimentación con mi jefe cada mes.

- Salgo después de las 9 de la noche, entre 3 y 4 días a las semana.

- No realizo viajes.

Ejemplo mezclando sentimientos o conceptos relativos (lo que NO se debe hacer):

- El trabajo que realizo me satisface. Estás hablando de TODO el trabajo, la satisfacción es un sentimiento.

- Tardo mucho en llegar a mi oficina / Mi oficina está lejos. MUCHO y LEJOS son conceptos relativos.

- El equipo me cae mal. Abarcas a TODAS las personas del equipo (especifica), MAL es un concepto relativo y estás hablando de un sentimiento.

Segundo Paso: Toma otra hoja y ahora describe tu trabajo ideal. Sigue las premisas que expliqué en el paso anterior. Expláyate, integra todo, sueldo, horarios, distancias, contenido del trabajo (¡muy importante!), equipo, ambiente, etc.  

Ejemplo:

- Tardar no más de 40 minutos para llegar a la oficina.

- Hacer entre 2 y 3 viajes al mes para visitar clientes.

- Trabajar jornadas de 8 horas diarias, de lunes a viernes.

- Utilizar mis conocimientos en SAP.

- Obtener formación en gestión de equipos, idiomas y programas técnicos.

Tercer Paso: Toma la primera hoja que escribiste y a un lado de cada frase pon una palomita (√) o un tache (x), dependiendo si corresponde o no a tu descripción del trabajo ideal.

Ejemplo:

- Todos los días tardo 2 horas en ir de mi casa a la oficina. x

- Tengo 1 sesión de retroalimentación con mi jefe cada mes. √

- Salgo después de las 9 de la noche, entre 3 y 4 días a las semana. x

- No viajo. x

Cuarto Paso: Cuenta cuántas palomitas y cuántos taches obtuviste en total. Si la mayoría son palomitas, vas por buen camino; si son taches, debes cambiar el rumbo completamente. A menos que todo sean palomitas, tendrás cambios que hacer. 

Quinto Paso: Toma otra hoja, es momento de trazar el plan. Ya sabes con lujo de detalle dónde estás y dónde quieres estar, ahora vamos a ver cómo llegar ahí.

Ayudándote de la primera y segunda hoja, escribe qué acciones debes tomar para poder llegar a tu objetivo. Recuerda que actualmente tienes puntos positivos que te gustaría conservar, revisa si hay manera de hacerlo y que sólo cambies los negativos. 

Ejemplo:

Objetivo: Tardar no más de 40 minutos para llegar a la oficina.

- Investigar qué empresas quedan en un radio cercano a mi casa. Luego decidir en cuáles me gustaría trabajar.

- Investigar empresas con flexibilidad de horario, así podría organizarme para no viajar en hora pico.

- Establecer con qué tipo de trabajo, empresa y/o sueldo, estaría dispuesto a cambiar de domicilio.

LISTO!! Ya tienes un plan claro trazado, ahora ponte manos a la obra. Puedes hacer este ejercicio cuantas veces quieras y con cualquier tema. Te sorprenderán los resultados, sobre todo porque cuando plasmamos las ideas en papel, en vez de tenerlas volando en la cabeza, ganamos claridad. 

Estaré encantada en poder ayudarles si tienen dudas o comentarios.

Diciembre

Llegó el último mes del año y con él llega mucho amor, reencuentros y planes.
Acabar el 2014 con el pie derecho es fundamental para entrar en el 2015 llenos de energía y con las cosas claras.
En vez de dejar los propósitos para el último minuto del 31 de diciembre, empecemos a trabajarlos desde ahora, así no se quedarán atrás como deseos sino que los verémos convertirse en realidad.